De la fotografía a la creación pictórica

La fotografía se ha convertido para muchos pintores en una herramienta imprescindible incluso un poco abusiva para algunos artistas que producen obras hiperrealistas.  
En mi caso, cuando pinto en el estudio, utilizo fotografías para el dibujo previo y una vez dibujados todos los planos me desprendo de la fotografía y doy rienda suelta a mi imaginación, donde todo es posible y nunca se como voy a terminar. Este resultado “incierto” “ no saber como vas a terminar" es lo que te mantiene vivo.
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La foto original, solo y exclusivamente, debería servir y ser útil para orientar el dibujo previo y colocación de todos los planos en una pintura, que de verdad, busca ser pintura.
Begoña Fernández , doctora en historia del arte en la Revista Alm escribe las siguientes líneas referente a las “Fotopinturas”, es decir fotos impresas en papel o lienzo que luego las artistas colorean y repintan confundiéndose pintura y fotografía y los propios artistas nos hacen creer que son pinturas y que tienen un don extraordinario para realizarlas de manera manual...
Begoña Fernández nos dice:
la fotopintura acabaría convirtiéndose, por ejemplo, en una auténtica pesadilla para los degustadores del arte pictórico. A mediados del siglo XIX comenzarían a menudear los cuadros de acusado hiperrealismo, enorme finura y precisión en los detalles, que en realidad partían de una base fotográfica. Es decir, la imagen fotográfica, en ocasiones, estaba fijada sobre el lienzo, y el pintor se limitaba a colorearla por encima y, como mucho, a añadir o corregir algunos detalles menores de la composición” PINTURA Y FOTOGRAFÍA. EL DIÁLOGO ENTRE DOS LENGUAJES Begoña Fernández Cabaleiro.

Hoy en día, con el desarrollo de la ingeniería informática, desarrollo de aplicaciones, programas de diseño se sigue utilizando la “fotopintura” pero de una forma que es casi imposible detectar gracias a los foto-proyectores,(incluso hay proyectores de claros, oscuros, y específicamente para pintar) los cuales proyectan la imagen en la superficie pictórica y el artista la repinta, por lo que cualquier crítico de arte o jurado, no pueden detectar si se ha trabajado mediante este procedimiento o no... sobre este tema sigue habiendo muchas discusiones sobre si es arte o no es arte este tipo de “modus operandi”.

Lo más importante es que la pintura tenga una emancipación de la fotografía: a continuación tenéis un ejemplo de la emancipación que tiene la pintura al desprenderse de la fotografía. Las luces de frías a cálidas han cambiado por completo, los reflejos también inexistentes dan una armonía a la obra especial. Este es el camino de la pintura y de la creación pictórica donde nunca se sabe como va a terminar la obra.
Imagen originaría que se utilizó para pintar el tema de Venecia y obra terminada a la derecha.


Cuando un artista trabaja la “ Fotopintura” sobre todo los pintores hiperrealistas que ellos después se clasifican como realistas, saben el resultado final de obra, todo está calculado, la imagen impresa debajo del papel, o por foto-proyección, ( sobre todo los que pintan al pastel) les sirve de apoyo y precisión tanto al dibujo, como al color, que con una pequeña base de pintura sobre la imagen impresa o proyectada, consiguen esta pintura hiperrealista que parece increíble a los ojos de tantas personas.
Desde mis principios con la pintura siempre he vivido la pintura con sentimiento y conexión con los sentidos.... si un artista es incapaz de emocionarse al pintar, la pintura nunca será capaz de emocionar a las personas. Por tanto, creo que los artistas hiperrealistas que trabajan mediante la “fotopintura” corren el riesgo de quedarse en la “foto” lo que hay debajo de la pintura y no emocionarse...
La pintura debe ser pintura, debe desprenderse de la fotografía en un momento u otro, hay que ser capaz de poder aplicar nuestros colores, nuestra manera propia de ver, nuestros sentidos, nuestra fuerza interior, nuestra propia manera de ver, de crear, nuestras propias emociones y esta es la única forma y manera de crear una pintura “viva”.
Toni Bennasar. Profesor en Art-Pastel. Historiador del arte y pintor pastelista.