¿qué pueden hacer las artes en general al introducirlas en la vida cotidiana?
¿Puede aumentar el arte la calidad de vida individual y social?
¿qué puede aportar el arte al mundo en que viven los hombres?
Tal vez valga la pena reflexionar sobre estas preguntas, quizás porque estamos inmersos en una sociedad fragmentaria o porqué nuestra especialización en el trabajo y en la oficina nos limita solamente a realizar una serie de tareas acompañadas por la rutina habitual, viéndose la rutina, transformada por el coronavirus. Si antes la rutina era la peor amiga de la creatividad. Ahora se le suma la inestabilidad....del momento.
No obstante, para beneficiarse de los efectos que produce la práctica de cualquier tipo de arte,( Más que necesario en tiempos de inestabilidad emocional) no hace falta ser un artista nato, ni tampoco ser un especialista en historia del arte, simplemente hace falta observar y activar nuestras emociones.
El arte ayuda a despertar nuestra conciencia, que en muchas ocasiones se encuentra anestesiada por los acontecimientos rutinarios o de inestabilidad emocional por acontecimientos ajenos a nuestra voluntad.
Estamos
inmersos en una sociedad totalmente consumista que tendemos
constantemente a tratar con objetos y aparatos electrónicos que no
aportan nada beneficioso en nuestro desarrollo como personas humanas
y, lo peor, muchas personas usan como instrumentos de producción a
otras personas.
Si hay que dejar un punto muy claro es que: el arte llama la atención sobre los aspectos NO instrumentales de la vida, nos sumerge en la exploración visual de la obra de arte, observamos los posibles ritmos de la obra, como si se tratase de una pieza musical (ver a Kandinsky), observamos su forma, sus sensibilidades y emociones. Todas estas razones nos conducen hacia la experiencia estética, que emerge con la actividad de las artes.
Simplemente como dice Elliot W. Eismer en su libro “Educar la visión artística”:
<< el arte nos recuerda que el acto de observar intensamente, de abrir la sensibilidad al entorno, produce una recompensa cualitativa en el proceso de vivir>>.
En definitiva, que el arte nos enseña a estar vivos, porque mientras ejercitemos la capacidad del sentir, de emocionarnos y disfrutar pintando, estaremos creando una nueva forma de acoplarnos a nuestra propia manera de vivir y teniendo sus repercusiones positivas en nuestro entorno social más próximo.
El arte ofrece la oportunidad de iniciar, ejercitar y terminar un trabajo artístico y en este sentido el trabajo es el fiel reflejo de quien lo ha realizado y asume la responsabilidad de identificarse con él, aumentando su autoestima.
Simplemente este punto es importante en una sociedad fragmentada, llena de mensajes alarmantes de cifras, datos..... y un largo etc .... donde solo empezamos y nunca terminamos, donde vemos mucha televisión y nunca podemos conseguir la mansión millonaria que nos acosa e irrumpe nuestra mirada en la pantalla.
Con el arte, el hombre vuelve a dominar la situación, mediante el simple proceso de hacer (Homo faber).
El trabajo del artista o de cualquier persona que práctica el arte, ayuda a ejercitar la sensibilidad del individuo y sobre todo a valorar las pequeñas cosas que emergen con la observación detenida.
No existen Apps ( aplicaciones que realicen el trabajo por ti), no existen nada más que tu , tus manos, destreza, inteligencia, emoción....
Una simple hoja, una gota trasparente, un frío día de lluvia, o simplemente pensar que color elegiríamos para pintar el silencio.
Al experimentar estas sensaciones, el arte aporta fundamentos en nuestra experiencia de vivir y desarrolla nuestra percepción estética hacía los objetos, transformado nuestro punto de vista y viendo la vida desde otro lugar, más sensitivo y emocional.
Aprendemos a apreciar lo que antes era realmente insignificante y en este sentido el arte desarrolla la sensibilidad tan necesaria para el interés de los humanos y poder combatir con la ignorancia y el cinismo, las alteraciones psicológicas provocadas por la Covid... las noticias sobre nuevas olas... que se pueden oir en todas las cadenas de tv... muchas veces con la intención de captar al oyente y captar audiencia.... De esta forma el arte nos permite dar un sentido al mundo, teniendo una misión realmente transformadora del ser humano, desarrollando la sensibilidad de las personas, porque sin duda, hoy en día y ahora más que nunca se necesitan personas verdaderamente sensibles.