Por Toni Bennasar ( Profesor en Art-Pastel e Historiador del Arte)
Todos registramos al típico compañero de clase que estaba ausente por completo y nunca escuchó las explicaciones del profesor. Un día el profesor recibió una explicación en clase y en esta ocasión un niño estaba totalmente concentrado e imbuido dibujando en una de las fichas sociales que le había proporcionado el docente antes de quince minutos antes.
Este niño nunca solía prestar atención en las clases, excepto en las clases de plástica o de dibujo artístico.
Aquel día, toda la clase estaba concentrada y escuchando detenidamente al profesor, pero al mirar al niño le creaba cierto malestar, había algo que le despistaba al docente. El niño estaba completamente concentrado e inspirado en sus pensamientos, trasladando lo que pensaba a su dibujo.
Al cabo de un rato, el profesor pregunta que estaba haciendo y porque no escuchaba las explicaciones.
El niño con cara tímida le contesto:
- Estoy dibujando . (Ante la atenta mirada y el silencio de todos sus compañeros). El profesor siguió la conversación del chico, preguntándole:
- ¿qué dibujan?, El niño, con voz segura, contesta.
- estoy dibujando a Dios! (reina el silencio en clase por unos segundos). El profesor le dice;
- Pero, como puedes dibujar a Dios si nadie sabe el aspecto que tiene! Y el niño responde
- ¡enseguida sabrán el aspecto que tiene Dios!
El niño se levantó y con un movimiento pausado levanto los brazos y enseñó el dibujo a toda la clase. (en estos momentos reinaba el silencio) Todos miraron absortos el posible aspecto que podía tener Dios ...
Esta historia nos enseña que mediante el dibujo o la pintura somos capaces de conectarnos con el mundo que nos rodea y puede servir de ayuda para conectar nuestros pensamientos con los demás. Nunca la clase había estado tan cohesionada como en esos momentos en que el niño levanto el dibujo con la imagen de Dios. Por unos momentos, el dibujo sirve para una cohesionar una clase y el pensamiento de un niño que siempre se siente distante, tímido y antisocial con los demás compañeros.
Esta es una de las razones del porqué de la famosa frase de Albert Einstein: "El arte es la expresión de los más profundos sentimientos por el camino más sencillo. "La frase alude a la comunicación de los sentimientos entre las personas.
La pintura se convierte en una terapia alternativa y completamente natural que nos ayuda a comunicarnos, no solo con los demás, sino que también nos ayuda a mejorar la comunicación con nosotros mismos.
Hay personas que tienen dificultades para expresar, son pequeñas, retraídas, introvertidas y la pintura y el diseño actúan como puentes intermediarios que ayudan a las personas más pequeñas a dar la bienvenida a su creatividad, expresar sus sentimientos y emociones y pensamientos. El arte en todas sus expresiones (pintura, música, escritura) libera la subjetividad de las personas y de esta forma el arte puede usar para la resolución de conflictos emocionales, dificultades de expresión, problemas de comunicación y otros aspectos psicológicos. Por lo tanto, el arte, el dibujo, la pintura, los resultados, el desmarcamiento y el desvío por completo de la falsa creencia del arte como un simple pasatiempo.
Los estados de percepción, las emociones, la memoria, el pensamiento y el lenguaje son solo algunos de los puntos que vinculan la psicología general con la psicología del arte. Han comprobado los beneficios del arte para ayudar a los pacientes que acuden a una consulta psicológica y cada día aumentan los psicoterapeutas que han comprobado los efectos beneficiosos del arte en las personas.
Pero también, cuando introduce el arte en nuestras vidas y relaciones, muchas personas se sienten bien y conectadas con la vida y emociones emocionalmente. Las emociones fluyen con el arte y puedo experimentar sensaciones y emociones como la empatía, la paz, el amor la felicidad. Sólo se trata de conseguir a través del dibujo y la pintura una armonía, un equilibrio entre el corazón y la mente que nos hace vibrar y estar en coherencia con el mundo que nos rodea.